Resumen:
El jaguar (Panthera onca) y el puma (Puma concolor) son los felinos más grandes con distribución en Colombia. Entre sus principales amenazas se cuentan la cacería indiscriminada en represalia por daños al ganado y la pérdida de hábitat. La Orinoquia colombiana contiene uno de los bloques de poblaciones mejor conservadas de jaguares y pumas. Sin embargo, desde mediados de los ochenta se ha incrementado el uso del suelo para actividades agropecuarias, como ganadería, plantaciones de palma de aceite y arroz. Los objetivos de esta investigación fueron por un lado caracterizar el conflicto de depredación de ganado por jaguares y pumas y, por el otro, conocer en dónde se están presentando los ataques al ganado y cuáles son los factores de riesgo que predisponen algunas áreas a la ocurrencia de ataques. Para tal fin, se recopiló información sobre el conflicto a partir de visitas y encuestas a las fincas ganaderas afectadas. Se analizó el uso de las presas domésticas por parte de los felinos depredadores y se evaluó la frecuencia mensual de los ataques. A partir de la distribución de los ataques al ganado por jaguares y pumas en función de factores espaciales de riesgo de depredación, se obtuvo un modelo espacial de riesgo de depredación con niveles alto, medio y bajo, y se establecieron los factores espaciales que predisponen la ocurrencia de ataques en cada nivel. Se encontró que existe una preferencia a atacar presas domésticas de tallas pequeñas como cerdos, ovinos y potros. Los meses en los que ocurren más ataques son diciembre, enero y febrero. Se halló que las áreas con niveles de riesgo alto se caracterizan por la cercanía a áreas boscosas (< 1 km), por presentar menos densidad de fincas ganaderas (0,15 fincas ganaderas/km2 ) y por presentar distancias entre fincas ganaderas mayores de 5,5 km.