Resumen:
La raíz etimológica del término "violencia" remite al concepto de fuerza. Este sustantivo deriva en verbos tales como violentar, violar o forzar. A partir de esta primera aproximación semántica, se puede decir que la violencia siempre implica el uso de la fuerza para producir un daño. En un sentido amplio, puede hablarse de violencia política, económica, social hasta meteorológica, y en todos los casos el uso de la fuerza remite al concepto de poder (Corsi, 1995). La ocurrencia de la violencia se puede identificar desde los mismos orígenes del ser humano (Sanmartín (2001, 2002) (cfr.también Almeida, 2005) asegura que el componente biológico del ser humano lo lleva a ser agresivo, pero es a cultura la que lo habilita para ejercer un control sobre dicho comportamiento, permitiendo a través de la familia un moldeamiento respecto a la forma como cada individuo actúa en sociedad.