Resumen:
Actualmente en México la prevalencia de sobrepeso y obesidad ha crecido de manera
considerable, colocando a nuestro país como uno de los países con mayor exceso de
peso del mundo y representando un grave problema de Salud Pública. El consumo de
alimentos densamente energéticos (no saludables) ha aumentado en la población, su fácil
acceso provoca que estos alimentos sustituyan a la alimentación tradicional; en adición,
existe una importante disminución de la actividad física de la población, lo que genera la
acumulación de tejido adiposo.
OBJETIVOS
Evidenciar la relación del número de episodios de consumo de alimentos no saludables y
de ejercicio (obtenidos por frecuencia conductual), con sobrepeso u obesidad, IMC y
porcentaje de grasa corporal.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se analizaron 406 los participantes de un programa para perder peso realizado en el
CICMED durante enero de 2014 a junio de 2016, en su primera visita. Los participantes
reportaron la frecuencia semanal de episodios de consumo de alimentos no saludables
por cada tiempo de comida (desayuno, entre desayuno y comida, comida, entre comida y
cena, después de la cena) y de ejercicio.
RESULTADOS
La presente investigación demostró que los participantes del programa consumían en
promedio 12 veces por semana alimentos no saludables, siendo en la comida y entre
comidas los tiempos donde el consumo de estos fue mayor; los participantes realizaron en
promedio ejercicio 1.7 veces por semana. Se encontró una asociación positiva entre el
consumo de alimentos no saludables durante todo el día, en la comida y cena con el IMC,
además, se encontró una asociación inversa entre el número de episodios de ejercicio
con el IMC y porcentaje de grasa.
CONCLUSIONES
El consumo de alimentos no saludables y el sedentarismo es sumamente alto en la
población mexiquense, relacionándose directamente con el peso y adiposidad corporal.