Resumen:
En México, los servicios y equipos de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) para diagnóstico médico son la única modalidad de imagen catalogado como Equipo Médico de Alta Especialidad (EMAT)[1] y reconocido como un Servicios Auxiliares de Diagnóstico (SAD)[2] que carece de normativa específica que exija la implementación de los elementos de un programa de garantía de calidad (PGC) durante la operación de un equipo de RMN. Existe un incremento sostenido de estudios de RMN y equipos instalados. Sin embargo, no se cuenta con información reciente y fidedigna sobre la operatividad, seguridad de las instalaciones y de la calidad de la imagen obtenida. El presente trabajo tiene el propósito de caracterizar un PGC en RMN para poder correlacionar los indicadores o estándares implementados con la cuantificación de la calidad de imagen.
En 2023 se publicó el Modelo Único de Evaluación de la Calidad del Consejo de Salubridad General (CSG) donde se incluye a la RMN como un SAD, fijando estándares de calidad, sin embargo, no tiene un carácter obligatorio [2], [3]; se tomó en conjunto con los lineamientos de acreditación en RMN del Colegio Americano de Radiología (ACR) para caracterizar los indicadores del PGC [4], en el contexto mexicano y generar una encuesta de cumplimiento que se aplicó en las auditorías realizadas en los 10 establecimientos de RMN participantes.
Para la cuantificación de la calidad de imagen en cada instalación, se empleó el Manual de Control de Calidad 2015 de la ACR [5] y el Reporte No. 100 de la Asociación Americana de Físico en Medicina(AAPM)[6], evaluando los parámetros correspondientes a las pruebas anuales que debe realizar el físico médico o especialista en RMN empleando el maniquí mediano de acreditación ACR para RMN, la evaluación se limitó a los siguientes parámetros: exactitud geométrica, exactitud del espesor de corte, exactitud de la posición de corte, relación señal-ruido (SNR),
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porcentaje de uniformidad de imagen (PIU), porcentaje de señal fantasma (PGR), resolución espacial de alto contraste (HCR), detectabilidad de bajo contraste (LCD) y evaluación de artefactos. Para las pruebas rutinarias empleando el maniquí del fabricante en sitio, se acotó el estudio a los parámetros: SNR, PIU, PGR, artefactos. Con los resultados obtenidos se realizó un análisis descriptivo y comparativo entre los sistemas de 1.5T (50%) y 3.0T(%), así como una comparación entre los resultados obtenidos con el maniquí ACR y el maniquí del fabricante.
Los resultados globales de cumplimiento muestran que sólo el 20% de las instalaciones cuentan con los estándares PGC como aceptable y 30% de los equipos de RMN cumplen con los 9 parámetros evaluados como aceptables. La prueba estadística Chi cuadrada de Pearson muestra un a p=0.016 que evidencia una asociación entre los estándares de calidad y los resultados de las pruebas de control de calidad. Aplicando a la prueba U de Mann-Whitney se encontró una p=0.033 por lo que se pudo concluir una diferencia en la calidad de imagen obtenida cuando se cuenta con un PGC implementado, en particular los esquemas técnicos asociados a la instalación, comisionamiento, mantenimiento y control de calidad.