La influencia de la experiencia política en la construcción de liderazgos políticos personalistas: Los casos de las victorias presidenciales de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador

Abstract

El estudio del personalismo político ha representado un esfuerzo analítico para comprender la recomposición de los grupos de poder en América Latina (Fucili, 2017) toda vez que la conformación de los Estados en la región ha acompañado, también, el devenir histórico de construcción, desarrollo y extinción de grupos de poder. Al comienzo, los políticos cercanos a dichos grupos tenían amplias posibilidades de lograr permanecer en la vida pública. Así, por ejemplo, en el siglo XIX personajes que potenciaron sus cualidades militares, intelectuales y religiosas lograron desarrollarse en actividades relacionadas a la consolidación del Estado mexicano. De manera natural, su institucionalización exigió la construcción de una clase política más especializada, con mayores conocimientos y capacidades para la función pública. Hoy los grupos de poder exigen ser conformados por perfiles políticos con mayor escolaridad, capacidades, habilidades y destrezas, configurando con ello el panorama de reajuste, reacomodo o sustitución de sus liderazgos que se encuentran en competencia democrática por conquistar el voto ciudadano. El problema central de la investigación radica en comprender cómo, al menos para el caso mexicano, gracias a la alternancia política definida por Bolívar (2013) como el cambio o la sustitución de un grupo gobernante por otro cuando procede de un partido político distinto al que gobernaba como consecuencia de la competencia electoral, el poder ejecutivo ha estado representado en los últimos dos sexenios por líderes con un capital político complejo que les ha permitido aprovechar momentos coyunturales y convencer al electorado.