Acoso sexual en espacios públicos. El caso de Villa Cuauhtémoc, Otzolotepec, Estado de México. Diagnóstico y propuesta

Abstract

La violencia de género contra las mujeres es un problema latente en nuestra sociedad, constituyendo una violación grave hacia sus derechos. Al respecto, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) (2021), realizada por el INEGI señala que el 70.1% de las mujeres mexicanas de 15 años y más ha experimentado al menos algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Siendo el Estado de México la entidad federativa con mayor incidencia por violencia de género contra las mujeres, como referencia, el 78.7% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual, económica o patrimonial. Específicamente se ha detectado una incidencia alarmante en la violencia contra las mujeres ejercida en el espacio público, ya que el 58.5% de las mujeres mexiquenses ha experimentado situaciones de violencia en espacios públicos, siendo la sexual el tipo de violencia mayormente padecida. En particular, la incidencia de delitos sexuales es diez veces mayor para las mujeres, que para los hombres, según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE)(2023)1. Pese al incremento de incidencia, tan sólo 45 de los 125 municipios del Estado de México hasta julio del 2024, es decir, el 36% reconocen el acoso sexual callejero dentro de sus bandos municipales como una conducta sancionable, de conformidad con lo estipulado en el artículo 50 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) y del artículo 62 de la Ley de Justicia Cívica del Estado de México. Uno de los primeros municipios en sancionar el acoso sexual en espacios públicos fue Toluca en el 2019, posteriormente en el 2020 se sumó Naucalpan y Ecatepec (El universal, 2022).